23/9/10

Un inicio

Realmente empiezo a escribir este blog sin saber muy bien para que ni para quien,sólo tengo claro el porque,el motivo que me impulsa a escribir bajo un título tan abierto como siguiendo el plan B.

Nacemos "en blanco" pero desde el segundo que transcurre entre nuestro primer suspiro y el primer llanto estamos marcados por las circunstancias que nos rodean y que nos hacen crecer con unas ideas que crecen también en nuestro interior y que nos impulsan a llevar un determinado tipo de vida o a buscar llevarla.
A esto yo lo llamo el plan A,sinónimo de camino fácil,cómodo,seguro y sobre todo conocido y aceptado no solo desde lo más profundo de nuestro ser,aceptado socialmente por familiares,amigos,compañeros de trabajo...

Mi deseo de escribir es sacar del silencio otra forma de vida,no se si está muy extendida o no,pero por fortuna o por desgracia es lo que me ha tocado vivir,sigo el plan B.

El plan B es ese en el que nunca piensas,sobre el que nunca haces manifestaciones en voz alta,el que piensas que siempre le puede pasar a otros pero no a tí,el difícil,el peligroso,el de la continua lucha.
Lo más gracioso es la cara que se te dede quedar cuando das el 1º paso en este camino y empiezas a percibir lo que se te viene encima,como las primeras nubes grises que anuncian tormenta y oscurecen un cielo sereno y azul.

Día a día descubres lo programados que estamos para el plan A...además ver que todo el mundo lo sigue menos tú no ayuda a mejorar esa sensación de tormenta permanente.

Y aquí estoy yo,en medio del mundo,rodeada de gente A,con vidas completas,con proyectos terminados o en vías de finalización,viviendo sin lucha,sin esfuerzo,sin sudor y lágrimas...viendo su vida de color de rosa la mía parece aún más gris.

Después de un tiempo de enfado monumental contra el mundo...todo se tranquiliza y uno comprende que lo que te tocó es lo que tienes y empiezas a vislumbrar un camino lleno de curvas cerradas,empinadas subidas y pronunciadas bajadas,pero un camino al fin y al cabo con principio y fin,un final tan bonito e idílico como el camino A.

Más abajo no puedes estar,el camino B empieza en el fondo de un pozo ciego,por ello desde el primer momento toca sufrir y luchar contra uno mismo y contra el mundo.La fortaleza se van ganando rapidamente,se puede contar en cientos,pero hacen falta miles para superar los días del largo periplo.

Lo que quizá más me cuesta,es decir,donde pongo más energías,es en disimular el vacío en mi mirada en ciertos momentos donde me cambiaría por la persona que tengo enfrente sin dudarlo...es el mal del B...seguramente,cuando estás en la piel de otra persona te das cuenta de que ser A no es la panacea.

Sería genial que por navidad pudiéramos pedir un deseo,vernos a través de los que tenemos alrededor,aunque fuera por un minuto...seguramente la composición que se percibe no es tan mala como pensamos,tenemos la imagen personal distorsionada.
Al menos yo la tengo.

Me pregunto si hay más gente en este grupo,no me quiero resignar a ser la única B del planeta,pero como es un secreto tan escondido como los tesoros del Vaticano no hay manera de adivinar si la persona con la que cruzas palabras vacías cada día o aquella que baja la mirada al verte por la calle está viviendo de la misma manera que tú.

Del plan B no se sale,es un estigma de por vida,pero bajo la superficie translucida de nuestra piel,afortunadamente no es evidente,no es una cicatriz...bueno tal vez tenga una,pero en el alma,así nadie puede verla,ni yo se dónde está,nadie podrá descubrirlo.

Ser B ya es una normalidad para mi,lo he hecho rutina,ya es una parte más de mí y a pesar de eso,soy feliz un gran porcentaje de la unidad diaria.Incluso soy capaz de bromear con las situaciones del día a día.

Hoy empiezo a compatir mi interior...