Esto de la maternidad es vivir en la sorpresa permanente y quien no me entienda es porque todavía no es madre.
Ayer,un niño completamente sano y contento mutó de la mañana a la tarde en un pequeño llorón con casi 40º de fiebre.
Esto hace que todos tus planes y procedimientos se trastoquen y tu corazón se encoja un poquito.
Aún así,triste, me sorprendiste anoche y me regalaste uno de esos momentos que me hacen ser consciente de que soy madre,de que soy tu mamá.
Acudí rauda a tu llamada en forma de llanto lastimero,y para mi sorpresa ese llanto se calmó cuando agarraste muy fuerte mi mano y la llevaste hasta tu cuerpecito caldeado por la fiebre.
En ese momento me sentí la persona más feliz de la tierra y ver como se cerraban tus ojitos cansados con tus manos y mis manos entrelazadas fue como tocar el cielo.
Mientras miraba tu placido sueño vinieron a mi mente las palabras de otro hijo,un hijo adoptivo,que leí hace unos días,donde pedía a sus padres adoptivos entre imperativos que le aceptaran tal y como es,con esa historia que todo hijo adoptivo lleva detrás y también les pedía que en el triste descubrimiento de la otra parte de la historia de su vida le ayudaran,le explicaran,le acompañaran...
Y yo ,madre adoptiva,sólo podía pensar en el amor tan grande que siento por tí,por esos ojos que me miran curiosos y esa boca que repite palabras en un idioma que nadie puede comprender.
Es tan grande este amor que se me hace difícil creer que hace 7 meses no existía.
Hace sólo 7 meses mi amor estaba enlatado y no tenía nombre,ni apellidos,ni rostro ni cuerpo,ni manías ni gustos...ahora es un amor incondicional que vive rendido a tu cariño.
Espero hijo que pronto me quieras tanto como yo te quiero a tí,te quise así desde el primer momento,y ahí está la parte complicada del asunto.
Tú estás aprendiendo a quererme,poco a poco,y yo te quise de golpe...porque realmente llevaba queriéndote varios años y ese amor guardado salió de repente como una riada ese 20 de septiembre cuando vi tu carita por primera vez en esa foto que nada tenía que ver con tu realidad.
Por ese amor,me planteo que tenemos un camino largo por delante,lleno de momentos felices de los que me regalas cada día,y a la vez lleno de momentos difíciles donde tendré que dar lo mejor de mi,porque tú no solo mereces una madre,mereces la mejor madre que sepa llenar los huecos que hay ocultos en tu corazón...pero...si no se ven ¿cómo voy a saber taparlos?¿Cómo voy a poder hacerte feliz en los momentos tristes? ¿cómo voy a ser la madre que tu mereces si no me das pistas?
Lo que tengo muy claro,es que estaré ahí siempre.
Cuando tengas pesadillas,estaré ahí,
cuando estés enfermo,estaré ahí,
cuando tengas ganas de jugar,estaré ahí,
cuando llores sin consuelo por sentirte solo,estaré ahí,
cuando quieras reír muy fuerte,estaré ahí
cuando empieces el cole,estaré ahí
cuando hagas deberes cada tarde a la sombra del bocata,estaré ahí
cuando las dudas salten de improvisto de tu cabeza curiosa,estaré ahí
cuando quieras saber de donde vienes,estaré ahí
cuando quieras abrir tu caja de los tesoros y recordar como llegaste a casa,estaré ahí
cuando quieras buscar al que fuiste,estaré ahí...
Estaré ahí siempre,haciendo las cosas lo mejor que pueda,lidiando con todo lo que la vida nos mande,tratando de minimizar el dolor que siente un hijo adoptivo,como su madre adoptiva,aceptando que tú no sólo eres tú,que antes de ser tú fuiste él,un niño completamente diferente,al que aún así,siendo desconocido para mi,ya quise.
Estaré ahí siempre,para tí hijo y espero saber como hacer que aprendas esto.