Estos días han pasado muy veloces y casi sin darme cuenta.
Me siento un poco rara,porque todos los que están a mi alrededor sueltan la lágrima cuando hablo de lo cerca que estamos y yo soy incapaz de hacerlo.Es como si estuviera dentro de una burbuja viendo pasar la vida a mi alrededor,viendo rodar al mundo,pero no conmigo dentro,estoy ajena a todo.
Supongo que será una manera de proteger mi paciente corazón o tal vez sea una de las consecuencias de tener la vida en tránsito,pero empiezo a pensar como hacía unos meses atrás,que mi corazón está medio descongelado y aún ni siente ni padece...ni padece....
Es cierto que la espera ha sido larga,pero no dura,ahora que casi casi veo la luz al final del tunel no me siento emocionada,me siento llena de indiferencia y eso no me gusta.
Tanto movimiento me tiene despistada,debe ser eso,cuando empiece a ver todo como real estaré deseando que llegue esa ansiada llamada.
Lo mejor de esta sensación que me ha conquistado por dentro es que cuando se acerque el final y sea de las últimas-de las primeras-en la lista la subida no se me volverá a hacer interminable,el ascenso al número uno será fácil y ligero.
Seré la siguiente sin darme casi cuenta y con el ascenso a la cima la mochila de los miedos irá llenándose...pero me dicen que es normal tener miedos.
Por ahora en mi burbuja me siento cómoda y segura,así que no me llameis que dentro no tengo cobertura.