26/5/11

Una semana más....puede que también una semana menos.

Las matemáticas siempre me han gustado y no me han dado problemas,pero desde hace unos meses,no controlo el paso del tiempo.
Cinco días siempre han durado lo mismo,aquí o en la otra punta del mundo...pero últimamente las semanas son eternas.
Parece que mis días,por algún tipo de tortura burlona duran 24 horas más que los del resto...y aunque le pongo al mal tiempo una sonrisa...mi paciencia está agotándose,me siento flaquear...me estoy quedando sin fuerzas para resistir esta espera cargada de un silencio que acaba con la esperanza a pasos agigantados.

Muchas veces viene a mi memoria uno de los libros favoritos de mi infancia,la historia interminable,donde la nada acababa con el reino de la fantasía...no podía ajustarse más a mi realidad actual,siendo tan solo una historia de niños...mi fantasía,mi derecho a soñar,mi derecho a imaginar que todo tendrá un final feliz está desapareciendo por momentos de una manera silenciosa,silenciosamente mortal...

La buena noticia es que al final del libro-más bien en la mitad-Fantasía volvía a existir con todo su esplendor y el milagro lo obraba un niño...paradojas de la vida...nuestro milagro también lo obrará un niño que nos dará fuerzas para soñar cada día...