El viernes fue el mejor día de nuestra vida,el mejor día porque nos acerca sí o sí al final del camino.
Junio desde ahora es mi mes favorito del año...ha sido empezar y acabarse la oscuridad,la tristeza y el silencio.
El cartero debió oir mis súplicas,llamó dos veces el viernes, pero una vez más se confirmó que correos va demasiado lento para la vida.
El teléfono sonó,ese número largo apareció en nuestra rutina y rompió de una vez,delicada y firmemente la incertidumbre de no saber si conseguiríamos abrazarte o no al final del camino.
Ahora puedo hablar del final del camino.
Ahora puedo soñar con el final del camino.
Ahora,milagrosamente,he recuperado las fuerzas porque aunque lejos veo la meta,tú,donde quiera que estes,tú,ya eres real para nosotros y seguramente ya eres real para alguien con una vida complicada y pocas opciones.Bendita opción para nosotros.
Después de dos años y 3 meses de absoluto silencio,y otros 3 meses de caminata por un sendero tenebroso,hemos llegado al bosque abierto,donde el cielo es azul y el campo está lleno de flores que relucen en paz.
Parece que la naturaleza está con nosotros y nos quiere dar su mejor imagen.
Gracias...empezando a ver el final del camino la vida me parece menos pesada y sobre todo,muy peligrosa en un sentido delicioso ya que aunque no quiero vivir solamente pensando en tí....lo hago....lo hacemos.
Ya eres real,ya puedo decirlo,ya puedo perder las horas muertas imaginando cómo serás y cuando llegarás.
Hace tiempo dí vida a unas palabras....si llegaras en otoño,en un día de lluvia,sería un día redondo.
El condicional se ha transformado en futuro y llegarás en otoño y espero que vengas en un día gris y nuboso...para que mi sonrisa ilumine el cielo de Madrid.
Empezando....a llegar al final del camino.