5/5/12

Y llegó el día.

Sin casi darme cuenta he acumulado ya un buen montón de meses de veteranía y me he ganado a pulso celebrar este día,que debería celebrarse todos los días del año...pero esa es otra historia.

Hoy se celebra el día de la madre,y llevo varias semanas pensando en los matices que separan el  hecho de ser madre al hecho de ser madre adoptiva.

Aunque visualmente se diferencian en sólo una palabras el trasfondo es profundo y sobre todo importante,no se puede negar y mucho menos esconder que yo nunca seré únicamente una mamá...yo soy una mamá adoptiva.

La base de la historia es la misma,un deseo,una espera y por fin un hijo que llega y te hace de repente madre.
Pero si miramos más,con ojos realistas,con mentes abiertas y cerebros despiertos,veremos que las cosas no son "tan sencillas" como parecen.

Yo tengo un hijo al que quiero más que a nada que está cargado de preguntas y  yo soy una mamá con pocas respuestas.
Esta es para mi la esencia de la maternidad adoptiva.

No podré aliviar el dolor por saber que mi hijo en muchos momentos de su vida tendrá.

Algunas de sus preguntas serán tan sencillas que seguramente me inventaré las respuestas para hacerle reír.Daría mi vida por tan sólo una de sus sonrisas.

Otras serán tan complicadas que harán que un trocito de mi corazón muera por su pena.

Yo no sé a quien se parece,yo sé pocas cosas de su historia previa,yo no sé porqué llegó a mi y no sabré explicarle porque llegó a nosotros,ni sabré contarle que es diferente a los demás-una diferencia sutil y a la vez muy evidente-sin que este descubrimiento le duela.

Habrá gente que piense solamente en esa diferencia y le harán unas preguntas muy incómodas a las que no tendrá respuesta.

Otros le aceptarán como es,con lo que tiene,y le querrán de verdad,de corazón,sin importar nada más que su personita. Afortunadamente de estos últimos ya cuenta con una legión entera.

Con muchas o pocas respuestas hoy celebro mi día,gracias a él y al amor infinito de otra madre,o al menos así quiero verlo yo.

Pronto su huella se habrá borrado del todo y mi hijo será nuestro también en la vida pública.

Hoy me gustaría poder compartir con ella un minuto para que me diera respuestas para él,pero es imposible y además la sola idea de saber más de él me aterra.

Después de mucho pensar me doy cuenta de que no tenemos en común biológicamente hablando nada,pero si hablamos con el lenguaje del alma tú y yo hijo mío tenemos en común el hecho de tener pocas respuestas a las millones de preguntas que completan nuestro camino adoquinado.
Las que tú no puedas dar a los demás serán insignificantes.
Las que yo no te pueda dar a tí espero que no te dejen cicatriz,porque sé que abrirán una herida.
Sólo espero saber curarla.

¡Feliz día de las madres adoptivas!