De un hecho tan irrelevante como un partido de futbol de la liga de campeones(creo) mi mente hace un camino hacia mi parte B.
No paro de pensar en esa preciosa ciudad de Kazan,con sus techos azules y dorados,bañada por las aguas de un lago que la divide en dos...y yo me pregunto...¿sería esta la ciudad elegida por la cigüeña extremeña que me trajera-o mejor dicho me llevara-hasta mi pequeños hijo tártaro????
Definitivamente no,por ahora no,el futuro nunca sabemos por donde transcurrirá pero a día de hoy,una vez más debo decir no.
Kazan sólo será uno de los muchos sueños que almaceno en un rincón perdido de mi alma....
Uno de ellos que ha tomado un color pastel por unos días,hasta que pase el partido.
La semana que viene ya no estaré pensando en Kazán,pero seguiré preguntándome de donde vendrá mi hijo y sobre todo cuándo.