3/11/11

Midiendo a besos

La unidad de mi vida desde que mi hijo llegó a casa es el beso.

Las horas ya no se cuentan en minutos,sino en los besos que te doy,uno detrás del otro,muy seguiditos como si hubieran pasado dos décadas del uno al otro.Para que no olvides lo que te quiero y notes siempre que estoy ahí.

Los días ya no tienen horas,tienen los besos y la ausencia de ellos en los ratitos largos en los que duermes.
Has despertado en mi un monstruo lleno de ganas de contacto con tu piel,con tu cuerpecito blandito y lleno de vida.

A la vez se han despertado en mi muchas preguntas sin respuesta y no paro de repetirme como si se tratara de un mantra cómo puede alguien vivir con tu ausencia encongiéndole el corazón un día tras otro.

El mejor regalo que la vida ha podido hacernos viene por la renuncia más grande que una mujer puede hacer.

Yo me pregunto cómo debe ser seguir con una existencia tan dura,tan difícil de asumir,tan compleja y a la vez tan simple,y tan desgarradora ya que al fin y al cabo gracias a ella tú estás aquí,siendo mi bebé,mi bicho,mi gordito,mi comilón,mi dormilón,mis ojos curiosos,mis manos exploradoras,mi risa llena de vida,mi música celestial hecha con las carcajadas ensacha-corazones...
siendo simplemente mi hijo...porque nunca fuiste el suyo.